Dicen
que los artistas e ilustradores crean sus obras desde lo que sienten, desde
esa visión de como ven el mundo y lo perciben, pues se podría decir que los
diseñadores también entramos en ese grupo cuando se nos presentan algunos casos
en que debemos difundir un mensaje convincente a través de la comunicación
visual dentro del mundo del diseño, y en un país como Venezuela eso suele
ocurrir con mucha frecuencia, porque en la actualidad hay tantos sentimientos
encontrados y anhelos de construir el país que deseamos, que nos toca
enfrentarnos al trajín de ideologías, situaciones mediáticas, políticas y
económicas que nos lleva a replantearnos como profesionales del mundo de la publicidad y el diseño, cómo generamos una nueva forma de comunicar frente a la crisis,
de crear mensajes que convenzan que construir un país
desde nuestro lugar, bien vale la pena si aportamos nuestro granito de arena, ¿pero cómo
sería la estrategia más adecuada para comunicar y construir el país que
queremos? Muy sencillo, desde lo que sentimos y como percibimos a Venezuela,
desde nuestro amor por ella, desde lo que representa para nosotros mismos y con
esa visión tan subjetiva, generar una “publicidad positiva” de Venezuela que
estimule a los habitantes de este lugar a invertir, a creer en ese mensaje de que
es posible construir de nuevo un país y crecer todo juntos aportando nuestro
granito de arena, y que mejor forma de hacerlo que a través de los medios
visuales de comunicación que tienen el mayor poder de persuasión.
En
mi caso sentí la necesidad de expresar como siento y percibo a Venezuela, pues
a través de esta ilustración quise hacer énfasis en una característica del
venezolano, que es la alegría y optimismo aún frente las adversidades, esa
sonrisa que nunca falta a la vuelta de la esquina, al comprar un café, al ir a
trabajar, al ir estudiar... esa “despreocupación” con que vivimos las
situaciones del país sin olvidarnos de su importancia pero que vivimos al son de la música, del humor, de la eterna
sonrisa que tiñe nuestro diario vivir con un toque alegre y con ese toque de
libertad que permite al venezolano expresarse sin restricción y que sea la
esencia de su carisma y haga que otros países del mundo nos reconozcan donde
vayamos.
Pues
aquí incluí el araguaney porque lo más atrayente de este lugar llamado Venezuela
es su naturaleza y paisajes, también se hacen presentes las aves porque
representan la libertad con que nos expresamos los venezolanos sin ataduras, ni
cerrojos, el corazón latente floreciente y ardiente de amor, solidaridad del corazón
venezolano, lleno de pasión de alegría, como si de una eterna melodía musical
se desprendiera de nuestra venas y que descargamos valga la redundancia en nuestro
apego a lo musical, pues siento que esas cualidades hacen de Venezuela un país
hermoso más allá de los bienes materiales, por eso siempre diré. “Venezuela en
Mi” “Yo me llamo Venezuela”.
Ilustración
y articulo realizados por Liz Alejos “Liluz Art” para la Fabrika 3 Studio
Gracias
por Leerme!!!
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